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UN SALARIO DE VERGUENZA

                        A LOS AYUNTAMIENTOS Y ADMINISTRACIONES   Desde el colectivo del (SAD)   Queremos decir: primeramente, dejen de llamarnos ayuda a domicilio , entendemos que se ha llamado de esta manera desde los comienzos, pero ahora está mas profesionalizado y entendemos que nos deben dar el puesto y el nombre que nos corresponde, puesto que nosotros no prestamos una ayuda, prestamos una atención. Una ayuda es la que presta desinteresadamente una vecina a otra o una amiga/o a otra/o.   Que tanto el servicio como los usuarios son responsabilidad de las administraciones y que los servicios sociales nunca debieron desvincularse de hacer seguimiento directo de los dependientes, recordemos que es la profesional la que mejor conoce a sus pacientes y saben las necesidades por las que atraviesan. Es importante tener en cuenta que al derivarse las cosas a la empresa directamente, es posible que haya actuaciones que queden sin conocimiento y otras sin actuaciones.   Que es vergonzoso que